GCA.why con Ana García
Conscientes de que el diseño afecta profundamente al estado de ánimo y el comportamiento de los usuarios, en GCA Architects promovemos una arquitectura que busca fomentar el bienestar y generar sensaciones que reflejen el espacio construido.
En el encuentro GCA.why “Neurociencia y percepción espacial” hemos dialogado con Ana García, arquitecta y fundadora de NeuronaLab, sobre como el diseño arquitectónico afecta nuestro cerebro y nuestro comportamiento.
Ana afirmó: “Las emociones son respuestas reflejas a estímulos suficientemente intensos que ocurren en el entorno que nos rodea, como la arquitectura y el diseño interior.”
Ejemplo de esto es el primer edificio simbólico de neuroarquitectura, que se construyó cuando Jonas Salk intentaba encontrar la vacuna de la poliomielitis. Salk trabajaba en condiciones deficientes de iluminación y ventilación y decidió dar un viaje por Italia, donde pudo aclarar sus ideas. Allí tuvo un momento de inspiración: al cambiar los condicionantes, el sistema cognitivo funciona mejor. Convencido de esto, mandó construir el Instituto Salk al arquitecto Louis Kahn. El resultado de esta colaboración es un conjunto de edificaciones que fomentan la creatividad y el bienestar a través de la arquitectura y la presencia de elementos como el agua.
“La experiencia arquitectónica no se limita únicamente a nuestra percepción visual e intelectual, cuanto más la carguemos de estímulos que despierten nuestros sentidos, más enriquecedora será”, añade Ana.
En conclusión, la neuroarquitectura es un gran desafío para la arquitectura actual, que además de ser eficiente y responsable con el medioambiente, debe empezar a incorporar en sus diseños elementos que promuevan el bienestar y la salud de quienes los ocupan.
Este diálogo es capítulo que forma de “GCA.why”: un debate colectivo, idealista, heterogéneo, progresivo e ininterrumpido sobre arquitectura y diseño que investiga los porqués detrás de nuestra profesión.